Un breve repaso a los vestidos y a su historia desde 1950

La ropa va cambiando conforme lo hace el pensamiento de la sociedad. Si observamos las tendencias en moda, también podremos adivinar el pensamiento que primaba entre la gente de esa época. Los vestidos de fiesta no han sido mero espectadores de este cambio, sino que muchas veces se han convertido en activo participante de él.

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Desde la época en la que las mujeres debían parece puras, angelicales y sacadas de un cuento a la época dónde se reivindicó la figura de la mujer con todo su potencial, sensualidad y poder. El vestido ha ido cambiando junto con estos pensamientos.

Breve repaso

En 1950 los vestidos fiesta se convirtieron en el sello oficial de la cultura estadounidense. La forma del reloj de arena, faldas hechas de tul y encaje, una cintura cortada, corpiños en forma de corazón. Paletas en tonos pasteles reclamando la inocencia. Son vestidos típicos de la era de Eisenhower.

1950. Película de Elizabeth Taylor “A Place in the Sun” y su vestido de tul blanco con satén verde se convirtieron en la quinta esencia y en la inspiración de los vestidos para las juventudes de la década.

1960. Ya no se llevan las faldas con satén vaporosas y anchas, se estiliza la figura del vestido. Prima la seda y la búsqueda de la elegancia natural en la monocromía. Como ejemplos de vestidos y de cómo llevarlos tenemos a Jackie O que nos condujo hasta la silueta de dama. A pesar de que la revolución estaba apunto de cambiar la cultura de los jóvenes se seguía llevando la feminidad en los vestidos.

1970. El vestido de esta década se desvía ligeramente de 196o.  Dejan de darle énfasis a la elegancia y los vestidos adquieren un carácter más bohemio acorde al pensamiento de la sociedad. Los vestidos monocromáticos se siguen llevando junto con las faldas largas y ondulantes. Un ejemplo de la época es Farrah Fawcett.

1980. Los vestidos de gala largos empiezan a convivir con los cortos. Son mangas de farolillos, vestidos con colores brillantes y escotes en forma de corazón. Solo hay que echar un vistazo a la obra cinematográfica de Molly Ringwald para divisar un concepto de los vestidos de aquella época. Se corresponden con el estado de ánimo cultural. Reflejando la visión de la sociedad los vestidos con volantes y escotes se convirtieron en tendencia.

En la actualidad

El panorama actual podríamos definirlo como una regresión y mezcla de todos los anteriores. Los vestidos para fiestas de hoy en día se convierten en una creación versátil, dónde prima la comodidad y el realzamiento de la figura.

Entre los diferentes cortes se encuentran el “Empire cut” un vestido con corte imperio de cintura alta. Como embajadora de esta silueta encontramos a Jane Austen.

Como fiel habitual de las fiestas el vestido silueta princesa. Ahora con la opción de crear un efecto dos piezas, marcando especialmente la cintura que resaltará con el volumen de la falda.

Como tejido estrella de este tipo de vestidos es el mikado, una tela brillante y extremadamente lisa. Con combinaciones por ejemplo florales o en blanco y negro si quieres lucir un look más sobrio.

 Vestidos silueta sirena. Son vestidos de fiesta que hablan de confianza por sí solos. Un vestido ideal para siluetas altas, enmarcan la silueta y resaltan la sensualidad femenina.

Una gran embajadora de estos vestidos en Angelina Jolie.

Los vestidos de silueta evasé buscan conseguir el aire bohemio y romántico de antaño. El tejido protagonista es la gasa, colores suaves y faldas con movimiento.

Para finalizar, un vestido de fiesta por excelencia en la actualidad es el de silueta de fantasía. Son vestidos que mezclan el estilo princesa con capas asimétricas de organza. Se crean volúmenes y proporciones antes imposibles.

El resultado sobra decirlo, una fusión entre novedad, sofisticación y elegancia que hará que el vestido y la portadora sean el centro de todas las miradas.